Y si me hago cada vez más chiquita
me vuelvo ínfima
partes de lo que soy
diminuta
y logro escapar de la vista.
Y si me torno
cada vez más plástica,
así de moldeable...
o me convierto
cuan férrea pueda llegar a ser
como una caja de hierro.
Y si retuerzo lo que designo corazón,
dejo de escuchar si alguien me habla...
pero nadie siquiera me llama por mi nombre.
Y si te devuelvo la espalda,
te corro la boca
esquivo la mirada.
Y si me torno fría,
helada.
Y frente al mínimo calor ardo
me derrumbo,
me deshago.
Y si me despojo de mis ropas
de mi piel, de mis voces,
de estas cuantas palabras...
y me quedo en cero,
me vuelvo nada.
Me devuelvo.
Me despido de esta vida
o voy mendigando caricias
que me hagan creer
que todavía estoy viva.
