28.10.08

CÓMO PICA

ese momento en que el deseo se vuelve una realidad incesante, un abismo entre el sueño y la vida, un palpitar errante. el tiempo deja de correr y pasa a ser no más que una imagen intermitente. todo el respiro es un gran "no me queda nada" suspirado, nada delante ni detrás. quedo yo en una perfecta distancia de la nada para alienarme una vez más de cualquier otra existencia. así voy convirtiéndome en más ajena que propia, siendo un cuerpo sin fondo, una realidad intransigente. y quedan un par de palabras pasadas por agua, borroneadas por el mismo aliento con el que se dicen, y uno mismo se designa como calculadora de infinitas formas, intentos, en la imaginación. pero cuando esta no se hace corpórea muere en toda sensación, en toda piel que toca.
no quiero pertenecer al vacío, no quiero ser sin quererlo, no quiero despertarme por obligación ni buscar lo que no existe. no quiero este deseo que carcome, que irrita, que desarma. que no decide nada de lo que es. quiero querer bien.

habría que aprender a escribir, eliana...

PRIMER PASO

Figurate en el discurso, sí... internalizá este garabato de palabras y después creé que sos capaz de pronunciarlas y entenderlas.

SI FUERA CAPAZ DE TITULARME

ya me cansé de repetir las mismas palabras buscando que tengan algún otro sentido, que confieran otra reacción. a fin de cuentas quién soy para creer que puedo hacer con ellas cuanto y cuando quiero, darlas vueltas, estirarlas, reinvertarlas simplemente con la voz hasta dejarlas como un chicle viejo pegado en la suela.
si ellas me ganaron, si no soy más que un mero cuerpo parlante, si no puedo dibujarme en las historias y dejé de sentir vibrar mis propias cuerdas vocales; si esa es la situación... dios mío tengo un terrible problema y no hay receta para remediarme. porque las palabras no son un simple rompecabezas de letras así como uno no siempre sabe dónde le duele, en qué parte de todo el amor. si es amor lo que mueve la existencia; yo quiero creer que sí.

19.10.08

QUIEN CEDE VIDA AL TIEMPO

y me voy a volver
una mujer
de pocas palabras,
voy a aprender a usar
las precisas
porque ir por la vida
desaparrándolas sin razón
no vale saliva ni voz.
menos
mucho menos
para quien sólo sabe escuchar
su propio ego
y no hablá más que de su corazón
(si es que se atreve a designarse uno)

voy a volverme más fría
de lo que intento ser
y no voy a devolver caricias.
voy a analizar el cariño
exponerlo en ecuaciones y fórmulas
y sólo planteármelo
cuando las probabilidades
me ganen el juicio.

y voy a dejar de amar
de aprender a querer
y seguir intentando
cuantas veces pueda.

voy a dejar de esperar
en vez de eso
voy a correr
me voy a arrebatar
encerrarme en un círculo
que sólo gire en mí.

voy a decirme
buscarme
mantenerme
siempre
en singular.

no voy a rifarme con los días

me voy a empezar a cansar
cada vez más fácil de las cosas
de la vida, de las bocas.

voy a intercambiarlas como figurita

y así volverme vieja
curtirme con la vida
elegir
qué cicatrices tener
con qué manos
busco crecer.

ABANDONARME

un día voy olvidar cómo hablar
entonces dejar atrás
todo lo que vive bajo las palabras,
siendo sombras entre las letras
que intentan recuperar la voz
alzando sus tonos
aún sabiéndose muertas.

un día
voy a dejar de malgastar
lo dulce de las letras,
me voy a esconder
me voy a olvidar
en el cordón de la vereda.
ahí mismo
escupiré el corazón
enajenándolo de mí,
pues nada es
y menos dentro mío.
nada puede ser,
nada puede crecer
si es conmigo.
entonces,
me deshago de este organo inútil
que no hace más que pesar
y enjaular
y pudrir
cuanto minuto
continúa bombeando sangre.