Tantas luces y tan poco lo que se ve,
tan poco lo que muestran.
¿Qué diferencia hay entonces entre ver y no ver?
Las formas pueden dibujarnos millones de distintas cosas
pero hay otros ojos que se encuentran bajo la piel
y ellos sí ven lo poco que dejó el ayer.
Poco y asqueroso,
poco y frío,
poco y tenebroso.
Ese poco que dejo me construya el cuerpo
se apodere de los días
y me mastique el alma.
Me hacen falta anteojos que me ayuden a mirar, a delinear lo que otros ojos pueden ver más allá.