27.3.09

2:34

-a quién escribís?
pienso. dicho esto, arranco la hoja, la hago un bollito y me la guardo en la boca...

-pero a quién?
me quedo callada, dejo de hablar

-y?
pensé que te escribía a vos

-ah, gracias!
gracias hacen los monos... y esta vida parece circo. las acrobacias, los malabares, el equilibrio y el ridículo pero finalmente la risa; la risa, la risa, la risa... y el maquillaje corrido. o morir pisado por un elefante o jugando con la gravedad o tragando fuego o cayendo en la arena.

-llegará el momento en que puedas volver a reír.
y vos lo decís mientras llorás.

-a quién escribís?
quiero creer que a alguien que exceda mi propio yo. dije tres veces lo mismo: yo-yo-yo.hay algo más, estoy casi segura, tiene que haberlo sino me moriría de angustia. seríamos todos yo con patas atropellándonos para bajar del subte y que los chiquitos se cayeran en el espacio que queda de los rieles.
usar de piso yo ajenos para cubrir los baches y luego caminarles encima tranquilamente.

-vas a terminar pegada al piso. o enterrada, no sé qué es peor.
abajo o aún más abajo, visible o invisible, da igual. lo peor es no estar arriba del piso, vivir las cosas por lo bajo.

-crecé entonces.
esa es una de las mayores distancias y sufro de vértigo. por eso me conviene ser petiza, no darme la cabeza contra el cielo.

-ya sé a quién le escribís!
a nadie y ese nadie sos vos, sos yo.