30.10.10

AFONÍA

Tengo tantas ganas de compartir una idea
y no se me cae ni una palabra.

Af, qué peso este el de ser un animal parlante y literario!
Este trauma
de querer decir la palabra justa,
abrir la boca y regalar un pedazo de conciencia, de alma.
Una tarea de traducción inacabable y siendo pesimista: imposible.
Una condena
a vivir cargando el siempre estar diciendo algo
pero nunca llegar a decirlo.
Y que arda profundo el deseo de construir un puente
pero no se tengan las armas ni las manos.

Quema entonces por dentro
el anhelo de articular pensamientos,
dejando cicatrices que no secan
y se ocultan en lo invisible de lo interno.
Con el deseo, irrita la esperanza:
la ilusa pretensión de saborear las cosas
aún teniéndose la lengua quemada.
Irrita
el estar librado a la suerte de la magia
que a veces se apiada y dona un par de palabras.