5.2.16

ROCÍO (II)

El sexo late
como si fuera o contuviera un corazón.
La piel llama a otro
moja los labios para invocarlo.
Una palma hace de una mano
el vestido más suave para mi cuerpo
y siento en cada línea de los dedos
cómo mi piel se desenvuelve en otra,
se vuelva sin problema,
se transforma sin fronteras,
deja de dividirse de vos.

Como el gato
que tuerce su cuello
para amoldarse al mimo,
para alcanzarlo,
así
se dobla el deseo
en mi cuerpo
para fundirse
y creo
en esta caricia,
siento que es amor.
Sí, por qué no decirla,
esa palabra maldita
pasada por agua y fuego?
Porque es eso
si cada vez que yo beso
siempre
es con algo de amor.

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