Te extraño voz, te extraño palabras, cálido abrazo.
Me extraño yo, yo feliz y contenta. Yo dispuesta, sincera, con las manos abiertas.
Me extraño de ver cuánto necesito aunque no quiera esta piel que me rodea.
Extraño la canción, el gusto que tenía ese sol y extraño de vos vivir del amor.
Te extraño a vos no está bien... sino lo que podía ser y hacer por ambos. La potenciación de a dos.
Será que me falta ese poder mágico, un poco de eso fantástico que me levante los pies, me de vueltas y maree.
Y es que a todo el mundo le gusta, de alguna forma buscar lo que deforme un poco el mundo y lo haga más interesante, más profundo o menos concreto. Más rico de lo que aparenta.
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