19.4.11

OLVIDA DOS

Qué astilla gigante "No quererme"!

Es un dolor de esos insoportables pero que casi no se sienten. Muy muy interno, que no me deja crecer, me violenta, me achica, me disminuye abruptamente.

Y por qué no me quiero? Por qué esa constante búsqueda de hacerme daño fácil, por qué saltar a la trampa, gratis? Así de fácil, como si fuera un animalito salvaje que no puede distinguir. Por qué siempre jugar y aceptar ese papel, por qué formar una estructura al revés de como debería ser.

Porque en definitiva, es eso, no quererme, no cuidarme, como el pilar que da cuerda a mis acciones.

Caminar el mismo rumbo, golpearme con la misma pared habiéndola visto desde lejos, hace mucho tiempo, pensar que esta vez la puedo traspasar por arte de magia... es directamente considerarme un fantasma, no darme cuenta de que soy una persona viva y que mi limite es la sangre. Darme cuenta que la sangre la quiero conmigo o por lo menos, no desparramada sin amor. Y amor, amor es una palabra que también me incluye a mí.

Pero yo, estoy tan olvidada.

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