30.12.08

OJOS DE VIDRIO

no decirle a nadie una lágrima
no contarles cuanto pesa
cómo va cayendo y se incrusta en la boca
cómo va tiñendo todo de sabor agua salada

mostrarse implacable
no decir que duele algo
ni sentirse vulnerable

no pedir pañuelo
ni dejar correr el agua
vivir con la cara seca
y dos ojos como paraguas

3 comentarios:

nanablanca dijo...

Tal vez para sentir que ese peso nos socaba el alma, y nadie puede entenderlo... Una lágrima guardada en el lugar perfecto, justo en la puerta de salida, cristalizada en el tiempo que nos supera... Una lágrima que no se derrama, pero no se derrite...
Una lágrima así puede nublarte la vista, tanto como para distorsionar lo que ves, y que incluso te equivoques de pasaje...

Nahuel dijo...

Hace mucho que no seco lágrimas... La última vez que lo hice, eran de felicidad (mias o ajenas?)... Pero la felicidad también duele, para el que no esta acostumbrado...

Saquen sus propias inferencias...

Anónimo dijo...

dos ojos como paraguas.

Genial Eli.