26.7.08

CUANDO PUEDA DORMIR

puede ser
un beso frío
que cuartea el labio,
lo quiebra en dos mitades
ninguna mía,
todas de él,
y me deja una boca
sólo para masticar
innombrables partes de mí,
escupirlas en el cenicero
y armarlas en rompecabezas
aún sin encajar.

y qué será
aquello que esconde tan bien
por qué
se esforzará tanto en ocultar.
ojalá sólo sea
el silencio por costumbre
y no alguna mentira
que intente tapar.

de cualquier forma
abra o no la boca
de ella se despliegan
todas las cosquillas
y burbujas de aire
que de un beso
llegan a la mía,
para desertarla
de su locura cotidiana
y llevarla
hacia los recónditos lugares
de un terreno inexplorado.

y qué miedo me da
pisar con los pies fríos
y quemarme al sentir lo tibio.
y qué frío me da
andar descalza
sin saber lo que voy a pisar,
caminar y no encontrar el rumbo
que hasta él me haga llegar.
y qué pena me da
quizás no estar yendo
a ningún lugar.
con él.

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