20.7.08

SALDOS

Yo no elijo
este sabor amargo
que embebe a mi garganta
y tampoco que ella escupa
las más horribles palabras.

Yo no elijo
que el corazón
se escape por mi boca
y se muera en tus palabras
para no volver más a las propias.

Yo no elijo querer "en demasía"
ni querer dejar de hacerlo
al evitar tu compañía.

Yo no elijo
tus palabras,
tus acciones,
ni tu ausencia
y que hagan hondo en mí
un espacio para vivir.

Yo no elijo nada
de todo lo que sos,
pero sí decido
dejar de ser(me) hipócrita.
Por sobre todo conmigo
que soy la única
a quien no le cierran los cálculos
y después carga sus vacíos
intentando llenarlos.

Elijo
dejar de buscar cosas
donde no las hay,
no conformarme más
con las pocas palabras
que existen sólo para mitigar
el hambre de hoy
pero no el de mañana.

Elijo
no seguir siendo una puta
que entre las luces de la noche
y los olores de la calle
cobra un par de pesos
en moneda de palabras.
Por más amor que les tenga
no se vive sólo de ellas.

Elijo
no ser un mero número de teléfono,
un pobre nombre que se pronuncia al pasar,
un abrazo efímero
que nunca llega a tocar
más que esta dura cubierta superficial.
Elijo no quedar pegada
en la tinta de una agenda
en la calle de las cuadras.
Ser más que la materia
que encierra recelosa
todo rastro de vida muerta.

Elijo dejar de sobrevivir
cuando tengo todo lo necesario
para ser mucho más que feliz.

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